Para ti Reco
Contra el fast fashion que domina la industria desde hace décadas, emprendimientos como El Galpón de ropa, Urban Luxury, Renová tu vestidor impulsaron negocios basados en la reutilización.
También marcas más grandes como Levi’s incorporaron programas de recompra y reventa de ropa usada, promoviendo un consumo más responsable y extendiendo el ciclo de vida de las prendas.
Otra técnica sustentable es la de crear prendas con telas atípicas. Como hizo la cordobesa María Esther Ferreyra, con las telas que se usan para prensar la producción de quesos diseña indumentaria.
La búsqueda de alternativas sostenibles ha llevado a la elección de elementos biodegradables y reciclables. En esa línea, se creó Fanga, un emprendimiento de mujeres que realizan bicicletas de madera noble.
Muchos de los juguetes son confeccionados con plástico, un material que puede tardar más de 100 años en desintegrarse. Por lo tanto, optar por productos con elementos biodegradables contribuye a reducir la contaminación.
Otra de las estrategias efectivas para reducir la contaminación es darle una oportunidad a materiales hechos con papel reciclado.
Laleliloluz, por ejemplo, es una editorial independiente que utiliza papel originario de la caña de azúcar, contribuyendo así al cuidado del medioambiente.
La sobreproducción es una de las principales causas de desperdicio. En el plano internacional, startups como Unspun se propusieron combatir esta problemática.
Para eso, desarrollaron métodos de confección bajo demanda, fabricando prendas solo cuando hay un pedido confirmado. Este modelo no solo evita excedentes, sino que también permite personalizar la ropa según las preferencias del cliente, reduciendo devoluciones y desperdicios.
Los consumidores están cada vez más interesados en la transparencia y sostenibilidad de las prendas que compran.
La tecnología está revolucionando la trazabilidad en el consumo, permitiendo verificar el origen de los materiales y garantizar condiciones éticas en la producción.
Cambiar la forma en que consumimos es posible. Apostar por un futuro más sustentable también.