Las líneas puras se alinean con colores acotados y eternos. Una silueta simple y sin ornamentos donde cada prenda habla su propio lenguaje en un diálogo con la paleta que recorre tonos neutros que van del blanco al negro con contrastes de gris y camel. Las texturas juegan otro papel importante en esta moda que prioriza el confort dentro y fuera de casa.
Monocolor cemento que respira elegancia sin tiempo y confort. El tapado oversize sin forrar tiene un cinturón desmontable con una hebilla símil carey que intenta cortar la monotonía cromática. Debajo una túnica larga sin mangas y un pantalón ancho de morley de algodón que invitan a la comodidad puertas adentro y también en la calle.
Tapado de paño oversize con cinturón con hebilla símil carey, túnica sin mangas y pantalón de morley ancho de algodón (Las Pepas). Botinetas en punta de cuero brillante con pespuntes y taco chino corrido (Justa Osadía).
Total black para las amantes de la monocromía dark. La sobriedad del negro, esta vez sin quiebres de color, no permite pasar desapercibida y se excede su territorio con un suéter de lana con un trabajo que destaca ochos y otras fantasías tejidas sumadas a las hombreras caídas al mejor estilo de los años 80. La falda es media campana de cuero ecológico y permite comodidad al caminar. Para una pisada marcial el calzado de la temporada: los borceguíes con suela tractor.
Suéter de lana con hombreras y ochos tejidos en el frente y pollera de eco cuero con cinturón incorporado (Melocotón). Borceguíes con suela alta de goma (Justa Osadía).
Un trío de calidad. La prioridad de este look se realza en las texturas de las prendas y la calidad de cada una de ellas. El tapado de corte minimalista y recto es de cashmere y solo necesita broches a presión escondidos para no alterar la morfología, y abriga un suéter corto de alpaca. El pantalón de corderoy estilo baggy con cintura alta con el largo al tobillo destaca los zapatos en punta de gamuza con aires masculinos.
Tapado de cashmere de corte rectangular con cuello pequeño, laterales redondeados y broches a presión, mini pull de lana de alpaca y pantalón baggy de corderoy (Etiqueta Negra). Zapatos planos en punta de gamuza con hebillas (Justa Osadía).
Un poco más un poco menos el terciopelo siempre aparece para engalanar las colecciones de invierno, y el saco de esta temporada merece esa textura afelpada y amorosa para convertirse en un básico de lujo. Debajo otro fondo de armario: el vestido negro que al cuerpo que requiere audacia y placer más que una silueta envidiable. Las botas bucaneras complementan el look.
Blazer cruzado de terciopelo con botones dorados y vestido de jersey satinado acanalado con cuello polera (Naíma). Bucaneras de cuero (Sarkany).
MODELO: Faustina Cosma para Lo Management
FOTOS: Christian Beliera
ESTILISMO: Alejandro García
MAQUILLAJE Y PEINADOS: Guillermo Parra (Mala Peluquería)
ASIST. DE FOTOGRAFÍA: Verónica Lorizzio
